Magiquo ultima su primera versión de “cerebro sintético” para ayudar al sector legal

equipo magiquo

La Inteligencia Artificial de los chatbots, voicebots o asistentes virtuales se ha colado en el trabajo diario de miles de empresas, abriendo nuevas posibilidades de actividad.

Mientras, las áreas de I+D de centros de investigación y compañías de todo el mundo siguen explorando las posibilidades de una tecnología disruptiva con cientos de aplicaciones a nivel medioambiental, financiero, laboral, médico o asistencial, entre otras. Su aplicación en el sector legal también tiene sus ventajas; los algoritmos que analizan y responden a la comunicación humana pueden ayudar a los abogados en las arduas tareas de investigación y preparación de las estrategias a la hora de elaborar un caso. “En un entorno cada vez más digitalizado, necesitamos interactuar con las máquinas de la misma forma que lo haríamos con las personas”, explican desde Magiquo.

La start-up trabaja desde la Fundación Parque Científico de Madrid y ultima la primera versión de su asistente legal en castellano. En cuestión de segundos, el “cerebro” o motor de búsqueda en el que trabaja la firma, realiza tareas de revisión de documentos que llevarían horas de trabajo a cualquier abogado.

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La forma en la que funciona la Inteligencia Artificial de Magiquo es disruptiva respecto a otras tecnologías ya existentes en el mercado internacional. En lugar de analizar un texto de forma estadística para entenderlo, el “cerebro” de Magiquo replica el modelo mental humano de pensamiento, es decir, se centra en procesar el significado de las palabras, en la semántica. Lo que obtienen es un «cerebro sintético» capaz de interactuar de forma natural con las personas.

Saber un idioma y dominarlo para aprender, como hacemos las personas, es el motivo por el que Magiquo ha decidido centrar su desarrollo en el español y en enseñar al “cerebro” a entender los conceptos y las variaciones del lenguaje jurídico. La máquina procesa documentos e interactúa porque sabe español. “Domina el idioma en el que piensa, para poder razonar más y mejor. A partir de documentos extrae una serie de estructuras semánticas y conceptuales y desde ellas puede aplicar un sistema de lógica (en sus distintos niveles) y razonamiento”, detallan los portavoces.

A nivel práctico, el Natural Language Understanding, es decir, la Comprensión del Lenguaje Natural (NLU por sus siglas en inglés) va más allá del Procesamiento del Lenguaje Natural o NLP, en el que, simplemente, el algoritmo detrás de la Inteligencia Artificial descompone cada frase para entender el significado de cada palabra. Las ventajas competitivas de esta tecnología se basan en que la plataforma considera aspectos de la comunicación tales como el contexto, el sentimiento, la intención y el subtexto, que el NLP no tiene en cuenta. Esto hace el desarrollo de Magiquo completamente novedoso y propio; capaz de evolucionar sin programaciones específicas para el usuario, y les distancia de las grandes corporaciones norteamericanas y asiáticas en aplicaciones de Inteligencia Artificial en español.

Para el desarrollo de este asistente y otros proyectos Magiquo cuenta con numerosos socios, entre los que se encuentran el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) o el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (CE). Por otra parte, la Unión Europea considera prioritaria la inversión en investigación y desarrollo en Inteligencia Artificial en la próxima década como parte de su estrategia para liderar el futuro del sector tecnológico.

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